El reporte señala que el 60% de los nidos está en árboles viejos en la Reserva de la Biósfera Araucaria.
Según el investigador del CHIC, Dr. Tomás Altamirano, las aves como el pájaro carpintero, el comesebo, cachañas, búhos y cachañas prefieren árboles viejos y muertos en pie para alimentarse y construir sus cavidades para su reproducción. En la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos es fundamental proteger los bosques antiguos subantárticos más extensos del planeta. Los bosques antiguos también son esenciales en la Reserva de la Biósfera Araucaria, donde el 60% de los nidos está en árboles viejos, como lo constataron el equipo del Dr. Altamirano y colaboradores del Centro UC de Desarrollo Local en Villarrica.
Esta cifra se da pese a que en los bosques la mayoría de los árboles disponibles están vivos y sanos, pero las aves no los usan para su reproducción. Para el coordinador de la Estrategia Nacional de Conservación de Aves 2021 – 2030, y uno de los investigadores principales de estos estudios, Tomás Altamirano, los datos nos muestran que “en términos de nidos, los árboles muertos en pie tienen más vida que los vivos, por lo que sería urgente que la legislación relevara la importancia de estas estructuras”.