La Universidad de Magallanes y el Centro Internacional Cabo de Hornos se unen para abrir las puertas a los cinco estudiantes, de la primera generación, del programa en Puerto Williams.
Estudiar una carrera de educación superior es un sueño que cada año millones de alumnos concretan ya sea en universidades, institutos profesionales (IP) y centros de formación técnica (CFT). Para muchos, la apuesta es quedarse en casa, estudiar en la misma ciudad para abaratar costos y estar cerca de sus familias. Una opción que en las zonas aisladas y rurales no existe como era el caso para las y los habitantes de la ciudad más austral del mundo, Puerto Williams.
Por primera vez y tras años de esfuerzos, la localidad más austral del mundo cuenta con la carrera Técnica de Nivel Superior en Turismo de Conservación Biocultural, que este año recibió a su primera generación. Se trata de cinco estudiantes: 2 mujeres y 3 hombres. Entre ellos, un estudiante recién egresado de cuarto medio y una mujer de 55 años.
El programa es dictado por la Universidad de Magallanes en conjunto con el Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC, por sus siglas en inglés) financiado por ANID y comprende un periodo de estudios de cinco semestres. El proceso académico busca formar profesionales con una visión integral de conservación, a partir del reconocimiento de las singularidades de los ecosistemas australes y la reflexión sobre la importancia del patrimonio biocultural del territorio.
Una de las alumnas que soñaba con estudiar en la zona es Blanca Montecinos (55), quien vive hace más de 20 años en Puerto Williams y que confiesa que hace tiempo buscaba algo que la motivara a surgir y a tener nuevas alternativas en la vida. “Se dio la oportunidad de estudiar acá, al lado de mi casa, voy arriba al centro Subantártico y estudio. Supe de la carrera y me animé. No te voy a mentir, me cuesta un poco porque hace casi 30 años que no estudiaba, pero vale la pena. Aunque debo decir que se demoraron muchoaños en colocar una institución para estudiar”, explica entre risas la estudiante de primer año.
Para Blanca la carrera es una opción “fantástica y ojalá más mujeres de acá aprovechen la oportunidad y se matriculen. Me está dando (el programa) una oportunidad de soñar y una oportunidad laboral, también”.
Una opinión que comparte Evelyn Vergara (23) que afirma que la carrera – que se inauguró a principios de marzo – es lo que siempre ha querido. A más de 2800 kilómetros de su casa en Panguipulli, la estudiante conoció Puerto Williams vacacionando en julio del 2022: “Quedé sorprendida de la tranquilidad y de la naturaleza, supe inmediatamente que me quería quedar aquí”. Un sentimiento que extendió por varios meses trabajando en distintas labores en la zona y cuando supo de la carrera no lo pensó dos veces y postuló. “La malla me encantó y estaba segura que era lo que quería. Mi familia al principio reaccionó con dudas, pero entendieron que yo estaba segura que era lo que quería porque antes estudié Pedagogía en Matemática en la UFRO ( 2018 y 2019) y me di cuenta que no era lo mío y me salí”, explica.
Evelyn es la menor de seis hermanos y ella y otras de sus hermanas son las únicas que han cursado estudios de educación superior en su familia que vive en el campo. “Siempre tuve la idea de trabajar en relación a la naturaleza, pensaba en turismo, pero un turismo que dejara algo, una enseñanza para así traspasar la importancia de cohabitar con la naturaleza y los seres vivos. Hice match con la carrera”.
El jefe del programa, Bernardo Toledo, señala que “entregar formación superior en este territorio es sin lugar a dudas todo un desafío y recibir a una primera generación de 5 estudiantes aún más, expresa el compromiso del acceso a la educación pública en un territorio austral. Una primera generación que, con sus primeros pasos, inicia la construcción de sus anhelos individuales; un sueño que muchos antes quisieron trazar y recorrer, antes que nosotros”.