El acuerdo entre la organización internacional de estudios y conservación de aves y sus hábitats y el Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC por sus siglas en inglés), con más de 25 años de trabajo en Puerto Williams, potenciará el monitoreo de aves y abrirá oportunidades para la educación y desarrollo económico sustentable en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.
Con el fin de recorrer diversas áreas claves para la conservación de las aves, el equipo Audubon se desplazó a la Región de Magallanes y Antártica. Allí, la organización internacional firmó un convenio con el Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC por sus siglas en inglés), el cual potenciará el estudio de las aves en Puerto Williams, la ciudad del fin del mundo.
El objetivo es impulsar el aviturismo en Chile a través de laincorporación del currículum de Audubon para la formación de guías de aves en la carrera de Turismo de Conservación Biocultural que es dictada por la Universidad de Magallanes en conjunto con el CHIC.
Audubon ha adaptado este currículum en siete países en Latinoamérica a través de una colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En Colombia, por ejemplo, ya se han capacitado cerca de 400 guías de aves, mientras que en Chile se implementará el primer piloto en las regiones de Valparaíso, Biobío y La Araucanía.
Javiera Ferreyra, directora para Chile de Audubon Américas, área que lidera la estrategia hemisférica de esta centenaria ONG, explica que “el turismo de avifauna promueve a las comunidades locales de manera sostenible y ofrece herramientas de recuperación económica válidas”.
El 63,2% de los extranjeros que visitaron el país, el año pasado, lo hicieron por su naturaleza, paisaje, flora y fauna, según datos de la Subsecretaría de Turismo de Chile. De acuerdo con el primer análisis de mercado del aviturismo en Chile, realizado por Audubon con el apoyo del Servicio de Pesca y Vida Silvestre del gobierno de Estados Unidos y la Fundación David y Lucile Packard, el observador de aves realiza un gasto de 5 a 10 veces mayor al que hace un turista promedio.
Ricardo Rozzi, director del CHIC, ha desarrollado el programa de estudios a largo plazo en aves de bosques templados y subantárticos más extenso del Hemisferio Sur. El doctor e investigador explica que “la investigación con Audubon permitirá nuevas comparaciones sobre migraciones de aves en zonas subpolares de los hemisferios norte y sur, y su aplicación en programas de conservación y educación en la Región de Magallanes y Antártica Chilena”.
“Para CHIC el convenio con Audubon fortalecerá el programa de aviturismo en la Escuela Tecnica CHIC – Universidad Magallanes el programa de conservación de hábitats costero-marinos, de los humedales y bosques más australes del mundo. Este es un paso histórico en la implementación de la Estrategia Nacional de Conservación de Aves del Ministerio de Medio Ambiente en la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos y el Parque Marino Islas Diego Ramírez – Paso Drake”, señala el director del CHIC, Ricardo Rozzi.
“Esperamos capacitar a 30 guías de aves, además de apoyar 20 emprendimientos turísticos a los que les proporcionaremos herramientas para que incorporen el aviturismo dentro de sus modelos de negocios”, destaca Aurelio Ramos, Vicepresidente Senior de Audubon Américas.
El convenio entre Audubon y CHIC busca, además, potenciar el monitoreo de aves, la investigación científica y la conservación de especies migratorias como el Playero ártico, el Zarapito de pico recto y el Chorlo de Magallanes.
Según datos del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile, la Región de Magallanes es un área de migración de aproximadamente 43 especies de aves. Estas aves recorren anualmente rutas que van desde Alaska y Canadá hasta el extremo sur de Chile en busca de alimento y mejores condiciones climáticas. Incluso, algunas especies, como los chorlos, pueden llegar a recorrer entre 12.000 y 25.000 kilómetros para instalarse en la zona austral de Tierra del Fuego.
En esta misma línea, el equipo de Audubon se reunió con la recién electa subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, para continuar impulsando el desarrollo de políticas públicas que promuevan y eleven la importancia del aviturismo para la economía nacional y local, haciendo de ésta una actividad compatible con la conservación de la biodiversidad.
Audubon busca conectar el Ártico con el extremo sur del país
“El objetivo de nuestra visita es conectarnos, en la medida en que incrementamos nuestro impacto hemisférico en la protección de las aves y de los lugares que ellas y todos necesitamos”, dice Amy Sobel, Vicepresidenta de Flyways (Rutas Migratorias), quien agrega que “Chile tiene una importancia crítica. Muchas de las especies con las que trabajamos aquí son las que buscamos proteger también en Estados Unidos. Por tanto, queremos compartir estrategias y técnicas para aprender unos de otros”.
La alianza entre Audubon y CHIC apunta a ese objetivo, ya que además de fortalecer el monitoreo, la investigación y la capacitación en torno a las aves migratorias, también busca comparar la evidencia recogida en ambos extremos hemisféricos y, de esa manera, conectar el Ártico con el sur y extremo sur de Chile.
Adicionalmente, el acuerdo con Fundación Cosmos también permitirá intencionar el vínculo con comunidades y promover la comunicación científica entre los diversos puntos de las rutas migratorias.
A través de la plataforma digital ExplorAves*, que permite visualizar las extensas rutas de vuelo de las aves migratorias del hemisferio occidental, se conectará el Humedal del Río Maipo, en Santo Domingo, con otras reservas y santuarios en Latinoamérica, el Caribe y Estados Unidos.
*ExplorAves reúne tres tipos de datos geoespaciales sobre las aves: datos abundantes de los modelos de estado de eBird del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell; datos de conectividad del Laboratorio de Anillamiento de Aves del Centro de Ciencias Ecológicas del Este del USGS y del Proyecto Bird Genoscape; y datos de seguimiento de Birds Canadá, el Centro de Aves Migratorias del Smithsonian y cientos de investigadores de todo el mundo, que generosamente contribuyeron con sus conjuntos de datos a este proyecto.