Ambos factores adelantan el ciclo de vida de estos invertebrados. El estudio, liderado por Tamara Contador del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC) y Núcleo Milenio Invasal, analizó sectores con insectos acuáticos como Meridialaris chiloensis y Edwardsina sp. con presencia de truchas y un área sin la presencia de este animal en Isla Navarino.
En isla Navarino existen dos ríos aledaños a Puerto Williams, Ukika y el Róbalo. En este último, la investigadora del Chic, Tamara Contador Mejías, analizó los ciclos de vida de insectos acuáticos (Meridialaris chiloensis, Gigantodax rufescens y Edwardsina dispar) con el objetivo de conocer de cómo estas especies se ven afectadas por el Cambio Climático y la presencia de salmónidos invasores en la zona.
Ello, es una investigación de largo aliento, pues, Contador, desde hace 15 años busca comprender cómo el Cambio Climático puede afectar a los insectos en el río Róbalo. En tanto, desde el 2017 la investigación también busca conocer cómo los salmónidos invasores interactúan en esta realidad.
Los resultados del estudio arrojaron que los ciclos de vida de estos invertebrados se ven afectados por dichos factores. Según la investigadora, quien también es académica de la UMAG, “la presencia de salmones, en conjunto, con los cambios de temperaturas, están cambiando la temporalidad de los ciclos de vida de los insectos”. Es decir, se desarrollan más rápido de lo habitual por lo que llegan tempranamente a ser adultos y se acelera su posterior muerte.
La bióloga comentó que cuando aumentan las temperaturas, los ciclos de vida de los insectos se acortan o terminan antes, desarrollándose como adultos antes de la fecha generalmente estimada. A su vez, el impacto que generan los salmónidos afecta a las comunidades de estos insectos, tanto en su diversidad como riqueza. “Lo anterior se traduce en que a los insectos se le adelante su ciclo de vida o cambien su forma corporal por estrés”, explicó Contador.
Referente a este último punto, uno de los análisis detalló que en el último estadio de desarrollo de los insectos (Edwardisina sp.) se notificó un cambio estadísticamente significativo sobre su ancho de cabeza. Dentro del estudio, se tiene como hipótesis que estos cambios morfológicos son consecuencia de la presión que ejercen los salmónidos en su desarrollo de su vida. Lo anterior, fue verificado en la zona analizada que presentó peces invasores y nativos, junto con los insectos.
Todos estos efectos se dan con mayor fuerza durante el verano, considerando el aumento de temperatura y especies invasoras que afectan directamente los ciclos de vida de estos insectos. “Estamos comparando lugares donde hay salmónidos y no los hay, con temperaturas muy parecidas, pero donde vemos que en los lugares con presencia de trucha, el ciclo de vida se ve adelantado. Pero también en esos lugares, la temperatura del agua en verano, está aumentando mucho”, sostuvo la bióloga.
En ese sentido, ello se relaciona directamente con el Cambio Climático, puntualizó Contador, “al cambiar la temperatura, donde hay más eventos extremos, que aumenta la temperatura un día y después baja, eso también produce cambios en la temporalidad de los ciclos de vida”.
Las alteraciones en los ciclos de vida de los insectos pueden llegar a provocar desacoples entre las interacciones y otras especies, destacó la investigadora. “Por ejemplo, los insectos eclosionan y cuando son adultos vuelan por el bosque, y las aves se alimentan de los insectos, pero si eclosionan antes, quizás las aves, se quedan sin alimento para sus polluelos o no están en la misma época que se deben alimentar. Entonces son cosas que no solo puedan impactar no son a los insectos, sino que a las aves que están en el bosque”, indicó Contador.
En la investigación, que sigue en curso, participan Contador como líder del equipo junto a Brenda Riquelme, quien es investigadora postdoctoral; Katherine Chávez y Gabriel Muñoz, asistentes de investigación del CHIC y del laboratorio Wankara. Además de Melissa Gañán y Javier Rendoll , ambas investigadores doctorales.