Libro llama a estudiar el cambio climático considerando que somos cohabitantes de la tierra y haciendo foco en la niñez
Se trata del libro “Filosofía ambiental de campo: educación para la conservación biocultural”, escrito por varios autores entre ellos investigadores e investigadoras del CHIC. En la actividad participó la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, quien enfatizó en la importancia de las niñas y niños como agentes de cambio en un contexto de triple crisis: cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad.
«El cambio climático no ocurre en primera instancia por un exceso de emisiones de carbono, sino que por los valores y patrones de conducta (hábitos) de todos nosotros, y por las razones culturales y políticas de las decisiones que se toman», explicó el director del Centro Internacional Cabo de Hornos, CHIC, y académico de la Universidad de Magallanes y de la Universidad de North Texas, Ricardo Rozzi. Las palabras las dio en el marco de la presentación del libro ”Filosofía ambiental de campo: educación para la conservación biocultural”, donde participan investigadores e investigadoras del CHIC.
El libro, editado por los investigadores Alejandra Tauro, Noa Avriel-Avni, T. Wright, Roy H. May Jr, recoge la importancia de incorporar prácticas éticas de interacción con la naturaleza en actividades con niños, niñas y jóvenes. Asimismo, se plantea que la Filosofía ambiental de campo integra las ciencias, humanidades, artes y ética para aprender sobre las dimensiones biofísicas, simbólica-lingüística y políticas de la diversidad biocultural. Además, plantea una mirada de estudio más allá del ser humano, hombre o mujer, donde eleva la vida de los distintos seres humanos que convivimos en el planeta.
Una forma de lograr avanzar en esta materia es a través de la educación. Es por esto que la subsecretaria Lagos reflexionó: “La Filosofía ambiental de campo nos desafía a repensar las formas en cómo nos relacionamos entre nosotros y con la naturaleza (…) aporta una reflexión que hoy las niñas y niños se merecen».
De aplicarse la Filosofía ambiental de campo en los distintos niveles educativos, “las y los estudiantes y otros participantes no sólo aprenden sobre la diversidad biocultural sino que también fomentan formas respetuosas de convertirse en responsables cohabitantes distintos de los humanos, como plantas u otros animales, a entidades ecológicas como ríos, montañas, el mar, las estrellas, la luna o el sol”, agregó la autoridad ministerial. .
“En un contexto de pérdida de biodiversidad, la educación en la biodiversidad y en el cuidado del medio ambiente y la naturaleza es fundamental en los primeros años de vida, principalmente porque los niños no son una hipótesis de adultos, no son algo que va a ocurrir en unos años más adelante, sino que son sujetos y sujetas, y una categoría social presente y vívida”, explicó la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, durante la actividad.
La práctica de la filosofía ambiental en las aulas y el territorio
Durante la presentación, la directora alterna del CHIC y académica de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, Lorena Medina, afirmó que «la homogeneización también está presente en la educación y vemos que la escuela puede estar acentuando este problema, por eso en el Centro buscamos respuestas junto al territorio y este libro es un aporte en esa dirección».
Del mismo modo, la investigadora del CHIC, también académica UC y co-autora del libro, Ainoa Marzábal sostuvo que “este libro proporciona teoría y elementos prácticos para la educación ambiental en el aula, para trabajar la formación cívica y evaluar cómo vivimos en sociedad». Mientras que su par, Guillermo Marini, explicó que “si aplicamos la filosofía ambiental de campo vamos a ver enaltecida nuestra experiencia de aprendizaje»
La presentación también contó con la presencia de la directora del Área de Aprendizaje de la Fundación Mar Adentro, Manuela Médez, quien agregó que este libro: «es una invitación a interactuar, desde el dominio de lo lingüístico, con la experiencia de estar en la naturaleza»
El evento se realizó el jueves 19 de octubre en el Huerto San Francisco del Campus San Joaquín de la UC, espacio que era un estacionamiento y que fue re-pensado como un punto de encuentro entre estudiantes, académicos/as y funcionarios/as de la institución.
