
Con la participación de referentes internacionales y latinoamericanos, el Seminario Internacional Interdisciplinar convocó a teólogos, filósofos y científicos a reflexionar sobre la condición animal, la ética y la conservación biocultural, como parte de la Tercera Conferencia CHIC.
¿Qué lugar ocupan los animales en nuestra comprensión del mundo? ¿Qué pueden aportar la teología y la filosofía al debate sobre la vida no-humana en tiempos de crisis socioambiental? Estas fueron algunas de las preguntas que guiaron el Seminario Internacional Interdisciplinar: “La teología y la filosofía de lo no-humano, más allá del antropocentrismo”, realizado el 19 y 20 de mayo en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Organizado por la Facultad de Teología UC, el Instituto de Éticas Aplicadas UC y el Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC), el encuentro se enmarcó en la 3ª Conferencia Internacional CHIC: “Filosofías, Educación y Éticas para la Conservación Biocultural”, y propuso repensar la relación entre humanidad y no-humanidad desde una perspectiva crítica y situada en el Sur global.

El seminario se propuso tres objetivos centrales, según explicó Cristián Borgoño, académico de la Facultad de Teología UC:
- Profundizar en la mirada de la teología y de la filosofía al estatuto ontológico de los animales.
- Favorecer una comprensión más amplia de las interacciones entre el ser humano y el mundo animal.
- Estrechar lazos de colaboración para futuras investigaciones interdisciplinares en estas temáticas.
La jornada principal, que reunió a expertos internacionales como David Clough —pionero en teología animal— y a los filósofos Jelson de Oliveira y Lucio Florio, generó un rico intercambio con teólogos latinoamericanos y académicos locales. Además, se desarrollaron actividades satélites destinadas a investigadores, doctorandos y miembros de la comunidad UC, ampliando la reflexión hacia nuevas generaciones.
Para Cristián Borgoño, también expositor del seminario, el evento marcó un hito en la consolidación de un campo emergente:
“El congreso fue una experiencia extraordinaria que permitió el diálogo entre diversos expertos en torno a la teología animal, una disciplina aún incipiente a nivel global. Para dimensionarlo, basta considerar que este campo representa menos del 3% de la producción científica en temáticas ambientales.
Fue una valiosa oportunidad para abordar un tema emergente con referentes internacionales como David Clough, así como con teólogos locales como Román Guridi y yo mismo, generando un diálogo entre una tradición teológica anglosajona y una más latinoamericana, algo que considero fundamental en este encuentro.

Además, quisiera destacar la presencia de una perspectiva filosófica que complementó muy bien la mirada teológica, abriendo paso a una necesaria interdisciplinariedad en el estudio y la ética animal. En todos los sentidos, el congreso fue un éxito. Agradecemos profundamente la colaboración con el CHIC y la posibilidad de enmarcar este seminario internacional en la Tercera Conferencia CHIC, dándole mayor visibilidad al valioso trabajo que el Centro está desarrollando desde Puerto Williams.”
La necesidad de unir disciplinas frente a los desafíos ecológicos actuales también fue enfatizada por Ricardo Rozzi, director de Investigación del CHIC y profesor de la Universidad de Magallanes:
“Este seminario fue una oportunidad muy especial para el encuentro interdisciplinario, con una amplia participación de expositoras y expositores provenientes de distintos campos del saber. En un momento crítico para la ecología y la sustentabilidad a nivel global, espacios como este permiten reflexionar colectivamente y generar nuevas sinergias entre la ciencia, la filosofía y la teología. Es precisamente en esa convergencia donde pueden surgir respuestas más integrales a los desafíos socioambientales que enfrentamos hoy.”

Un hito dentro de la Tercera Conferencia Internacional CHIC
El seminario formó parte de la 3ª Conferencia Internacional del Centro CHIC, realizada en Puerto Williams entre el 12 y el 20 de mayo, bajo el lema “Filosofías, Educación y Éticas para la Conservación Biocultural”. Este evento reunió a investigadoras e investigadores nacionales e internacionales con el objetivo de promover el diálogo interdisciplinario para abordar las causas últimas del cambio climático, es decir, las cosmovisiones y valores que orientan nuestras formas de habitar el mundo.
En la inauguración participaron autoridades académicas como Francisca Massardo, directora del CHIC; Claudia Estrada, vicerrectora de Investigación de la Universidad de Magallanes; y la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés. También estuvo presente la Pontificia Universidad Católica de Chile, parte del consorcio internacional que impulsa este modelo de colaboración científica y educativa junto a universidades chilenas y la University of North Texas (EE.UU.).
Entre los temas destacados estuvo la conexión entre los extremos geográficos de Chile, Atacama y Cabo de Hornos, como espacios privilegiados para estudiar el cambio climático y proponer enfoques innovadores desde la ciencia biocultural. En palabras de Pablo Quilodrán, director del CIAHN-Atacama:
“En las zonas extremas de Chile, como Atacama en el norte y Cabo de Hornos en el extremo sur, el país lidera la ciencia biocultural para observar el cambio climático global, las respuestas de la biota subantártica y proponer análisis novedosos de educación y filosofía”.
Después de dos versiones centradas en causas próximas del cambio climático —como la deforestación o las emisiones de carbono—, esta tercera conferencia puso el foco en las raíces profundas del problema: los modelos de desarrollo, las éticas, y las visiones del mundo que determinan nuestras decisiones como sociedad.
En ese contexto, el Seminario Internacional Interdisciplinar organizado en Santiago por Teología UC, Éticas Aplicadas UC y el CHIC, ofreció una contribución clave: abrir el diálogo entre teología, filosofía y ciencias para repensar la relación entre humanos y no-humanos en clave biocultural, desde el sur del mundo hacia el futuro.
